martes, 31 de enero de 2017

La felicidad de NO DEPENDER

Hola! Bienvenido a esta locura de mi mente en letras. Grita si te gusta. Y si no, lenta y calladamente lárgate!

Una corta historia

La historia se refiere a un individuo que se mudó de aldea, en la India, y se encontró con lo que allí llaman un sannyasi. Este es un mendicante errante, una persona que, tras haber alcanzado la iluminación, comprende que el mundo entero es su hogar, el cielo su techo y Dios su Padre, que cuidará de él. Entonces se traslada de un lugar al otro. Tal como tú y yo nos trasladaríamos de una habitación a otra de nuestro hogar.

Al encontrarse con el sannyasi, el aldeano dijo:
"¡No lo puedo creer! Anoche soñé con usted. Soñé que el Señor me decía: Mañana por la mañana abandonarás la aldea, hacia las once, y te encontrarás con este sannyasi errante y aquí me encontré con usted."
"¿Qué más le dijo el Señor?" Preguntó el sannyasi.
Me dijo: "Si el hombre te da una piedra preciosa que posée, serás el hombre más rico del mundo ... ¿Me daría usted la piedra?"
Entonces el sennyasi revolvió en un pequeño zurrón que llevaba y dijo:
"¿Será ésta la piedra de la cual usted hablaba?"
El aldeano no podía dar crédito a sus ojos, porque era un diamante, el diamante más grande del mundo. "¿Podría quedármelo?"
"Por supuesto, puede conservarlo; lo encontré en un bosque. Es para usted."
Siguió su camino y se sentó bajo un árbol, en las afueras de la aldea. El aldeano tomó el diamante y ¡qué inmensa fue su dicha! Como lo es la nuestra el día en que obtenemos algo que realmente deseamos.
El aldeano en vez de ir a su hogar, se sentó bajo un árbol y permaneció todo el día sentado, sumido en meditación.
Al caer la tarde, se dirigió al árbol bajo el cual estaba sentado el sannyasi, le devolvió a éste el diamante y dijo: "¿Podría hacerme un favor?"
"¿Cuál?" le pregunto el sannyasi.
"Podría darme la riqueza que le permite a usted deshacerse de esta piedra preciosa tan fácilmente?"

* Sannyasi:Un hombre en la orden de renuncia, la etapa final del progreso espiritual en el sistema varnashrama. Sannyasis tomar un voto de celibato de por vida..    http://www.krishna.com/glossary-s

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domingo, 29 de enero de 2017

EL MISTERIO DEL ELEFANTE

Hola! Bienvenido a esta locura de mi mente en letras. Grita si te gusta. Y si no, lenta y calladamente lárgate!

Hace algunos años me encontré con este gran misterio.


Cuando era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran sus animales.
También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante.
Durante la función, la enorme bestia hacia despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal...
pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente:
¿Qué lo mantiene entonces?.
¿Por qué no huye?
Cuando tenia cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes.
Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante.
Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia:
-Si está amaestrado... ¿Por qué lo encadenan?.
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta:
"El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño".
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse.
Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él.
Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que seguía...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que se siente poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás... Jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...


Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante:
Vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.

Comparte esto con alguien que necesite soltarse de las estacas que tiene en su vida y deseas que avance hacia su destino de FELICIDAD